jueves, 1 de marzo de 2012

Jefe de Campaña de Radonski está anunciando el mismo “paquetazo” de CAP que provocó el Caracazo en 1989

“El Caracazo” una explosión popular que anunció nuevos tiempos


El 27 de febrero de 1989 los pobres bajaron de los cerros. Fue una respuesta espontánea ante la grave crisis económica y política del país. En ese momento Carlos Andrés Pérez iniciaba su segunda presidencia y anunció la puesta en marcha del llamado“paquete económico”, con medidas neoliberales que significaban mayor pobreza y miseria para el pueblo venezolano.
En Caracas y otras ciudades del interior del país la gente salió a la calle el 27 de febrero de 1989. Las protestas y los saqueos parecían incontrolables. La rabia contenida durante muchos años hizo explosión ante las medidas anunciadas por Carlos Andrés Pérez, que iniciaba su segundo mandato poniéndose de rodillas ante el Fondo Monetario Internacional. Hoy se cumplen 17 años de ese trágico día que enlutó a muchas familias venezolanas. Allí, en ese momento, comenzó el despertar de los hombres y mujeres que hoy cierran filas en la construcción de la República Bolivariana de Venezuela.


Pero ese día fue solo el detonante de una situación contenida. A partir de 1970, los índices de pobreza en el país habían crecido de manera alarmante. La fuerza laboral campesina se redujo al 10% y en sólo tres años, 600 mil personas emigraron a las ciudades. Los trabajadores informales aumentaron de 34,5% en 1980 a 53% en 1999. La clase obrera industrial disminuyó ante la privatización parcial o total de sectores como las telecomunicaciones, los puertos, el petróleo, el acero y las líneas aéreas y se redujo el tamaño de la fuerza laboral en sitios estratégicos. El gigantesco endeudamiento con la banca internacional nos convertía en una sociedad de esclavos.



Desastre y miseria. Llegamos a 1989 con Carlos Andrés Pérez iniciando su segunda presidencia. Al pueblo se le anunció que se implementaría un programa de medidas económicas neoliberales, según las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. “El Paquete” incluía la privatización de empresas públicas, la eliminación de las subvenciones y protección del Estado a empresas privadas y el fomento de la descentralización. Una de las primeras medidas fue el aumento del combustible y como consecuencia el incremento de las tarifas del transporte público. No fue posible detener la angustia, el dolor y la desesperanza que drenó en la violencia desatada en este día.



El día 28, el presidente Pérez, reunido en Consejo de Ministros, ordenó a la Guardia Nacional y al Ejército reprimir los disturbios. Igualmente, decretó el estado de emergencia, previsto en el artículo 240 de la Constitución de 1961, con lo que quedaron suspendidas algunas garantías constitucionales durante los 10 días siguientes. Al caer el ocaso del martes 28, comenzó el toque de queda más cruento de la historia de Venezuela. La fosa común de La Peste es en dos vías, testigo y acusador de esta masacre inmensurable. El mensaje fue claro, era orden y advertencia: El 27 y 28 de febrero son sangriento espejo de cómo los gobernantes imponen el neoliberalismo.



Ahora escribimos la historia del nuevo socialismo

Carlos Andrés Pérez impuso medidas empobrecedoras al pueblo venezolano para luego ordenar que se les disparara cuando protestaron. “El Caracazo” no sólo fue una respuesta a las medidas empobrecedoras impuestas por el Fondo Monetario Internacional y acatadas por el gobierno de Carlos Andrés Perez, sino también la expresión popular que no tenía forma de canalizar su descontento ante la corrupción generalizada y la crisis generada por los gobiernos de la democracia representativa.



La represión desatada contra el pueblo no detuvo la aspiración del pueblo de transformar su realidad. Por eso apoya la insurrección militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el teniente-coronel Hugo Chávez Frías. En ese momento no fue posible, pero la semilla fue sembrada en todos los venezolanos y venezolanas que decidimos seguir al líder de los militares bolivarianos y ser constructores de un nuevo proyecto de país.



Hoy rendimos homenaje a los caídos en “El Caracazo”.Hoy volvemos a decir que la sangre regada no se olvida, que la conciencia del pueblo despertó para siempre.
        
Lenelina Delgado




















Cantores venezolanos se pronuncian por la libertad de Julian Conrado

La "Inclusión" del gobierno de Pablo Pérez
















miércoles, 22 de febrero de 2012

MANIFIESTO



La situación de ultraje cultural provocada por el imperio con sus antivalores de consumo,lasdiferentes guerras gestadas  por imponer una particular visión de sistema “democrático” a la humanidad, el robo de los recursos y la concentración de las riquezas, la transculturización ejercida a través de la publicidad de los medios de comunicación masivos-opresivos(apoyados por la burguesía venezolana) cuyos intereses económicos se encontraban concentrados en transgredir la cultura popular para debilitar el espíritu de lucha, la condición política y soberanía del ciudadano venezolano y por lo tanto del Estado. Vimos de esta manera como se robaba al país, no solo económicamente como es el caso de las diferentes concesiones de PDVSA al “primer mundo”, sino también de nuestro hábitat explotado  para el sustento de un estilo de vida derrochador y degradador del ambiente, mientras hombres y mujeres de esta tierra (tercerizadossiempre) esperanzados en el falso progreso se alimentaban con novelas, noticias manipuladas y falsos procesos de identificación con empresas  o productos, como RCTV, o Fama de América.
Venezuela despierta en un proceso revolucionario la corresponsabilidad de asumir nuestros destinos, Revolución Bolivariana que es libertaria y Socialista por justa.
He aquí donde hombres y mujeres nos encontramos de nuevo en una visión cultural, política y económica, que asume diferentes frentes de acción.
Una comunicación que contribuya a desentrañar procesos de desaprendizaje y aprendizaje, y a desenmascarar contradicciones de la gestión actual de la ciudad puerto zuliano, es la necesidad desde esta zona geográfica, la batalla de las ideas en el campo político actual, la utilización de la técnica y tecnología comunicacional a nuestro favor.
El Estado Zulia es una de las regiones donde se ha expresado con mayor ferocidad el ataque imperial a la patria de Bolívar, desde tiempos en los que se descubrieron los primeros pozos petroleros se comenzó a sembrar la semilla de secesión, exacerbando el regionalismo, transformándose este en bandera de lucha política de muchos líderes, fundamentalmente de ideología de derecha.
Adicionalmente se incorpora el complejo tema fronterizo con Colombia, presentando como fenómenos fundamentales tráfico ilegal de productos (alimentos, gasolina y drogas) y el conflicto armado colombiano.
Por otra parte podemos observar el estado de abandono al que se ha sometido a la población zuliana / marabina por los gobiernos estatales y municipales, la discriminación histórica a nuestras comunidades originarias, la inseguridad campante y promovida por los gobiernos de turno de derecha (secuestros, sicariato y narcotráfico).
No siendo suficiente esto, sectores importantes de la revolución bolivariana, promueven el sectarismo, la división y los enfrentamientos intestinos en el seno de la Revolución en el estado Zulia, particularmente en el municipio Maracaibo, dividiendo así a la población bolivariana, imposibilitando el triunfo electoral de la revolución. Si agregamos el tema de la gestión de los gobiernos municipales, habría más tela que cortar al respecto.
Consideramos que esta situación es un Coctel social explosivo, que en cualquier momento podrá estallar en detrimento de la revolución Bolivariana para la cual se requiere un esfuerzo interdisciplinario tanto del estado bolivariano: el gobierno y la población organizada.
Entender este trabajo como una lucha Bolivariana Anti-imperialista y por la construcción del socialismo es imprescindible, pues solo así podremos comprender la magnitud de nuestra responsabilidad ante la historia en arrebatar a la derecha Nacional e Internacional el Estado Zulia para poder avanzar en la construcción del socialismo.
Por esta situación es necesario organizar contingentes de jóvenes dotados con herramientas y materiales (saberes, pinturas, imprentas, computadoras, cámaras…) y que sean capaces de asumir las faenas de guerrilla comunicacional, divulgación ideológica, resistencia cultural, agitación de calle, educación popular, prevención integral. No como brigadistas consigneros de campañas institucionales o electoreras, si no como fuerza de vanguardia fundamentada en la batalla de ideas y al servicio del colectivo en la defensa de nuestra soberanía intelectual, quienes a través de la sistematización y repetición de la información, tomas de espacios, actividades de calle y el acompañamiento estratégico de las instituciones serán garantes junto a sus comunidades de un imaginario libre del capitalismo subliminal, intervenciones imperialista y manipulaciones mercadotécnicas que puedan sustraer la esencia del pueblo. 


Sur Libertario